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Showing posts from February, 2020
A veces, o más bien siempre, da igual el lugar. Da igual dónde estés, lo que estés viendo o lo que vayas a comer. Lo importante es quién tienes al lado. Quién te hace sentir como en casa y te hace reír sin parar. Quién te saca una sonrisa para todo el día, toda la noche, y te recuerda que vale la pena. Quién, al fin y al cabo, te hace un poco más feliz.
Lo nuestro fue tan inesperado que nos encontramos sin buscarnos (Anabelén fernandez) Eras eso que no podía fallar, esa música en los días de lluvia, ese calor en las noches de invierno (Laura Almiñana). Porque tenerte entre mis piernas fue como un volcán en plena erupción (Miguel Bayona). Cuando te fuiste de mi vida me sentí como una flor en mitad de un campo de ruinas (Ana Martinez), Me robaste la primavera y todos los posibles síes de los que hablaban las flores (Alma Oliva), Y no sé, tal vez no era el momento, tal vez llegará, quien sabe, tan solo desordenaste mis pensamientos, inundaste con magia cada pedazo de mí (Andrea González) Te prometí el cielo, eso incluía todas las tormentas (Jana Robles). Prometí no volver a llorarte y mírame aquí, llenando el océano con mis lágrimas (Erika Martin) Me he gastado más noches pensándote que cerrando los ojos (@disasterkaren) Pero ahora solo me queda decirle a la pared que todo estará bien…que siempre hay un mañana para el ayer, y que
Que te rías!!! Y que digan lo que quieran. Que pase lo que tenga que pasar, que te critiquen, que te digan que no puedes, que te pongan baches en el camino. Que llueva, que truene, que te caigas todas las veces que haga falta. Pero ríe.Y sé feliz.
Que te rías. Y que digan lo que quieran. Que pase lo que tenga que pasar, que te critiquen, que te digan que no puedes, que te pongan baches en el camino. Que llueva, que truene, que te caigas todas las veces que haga falta. Pero ríe.Y sé feliz.
Y llega un día en que te escuchas hablando como ella, cocinando como ella, regañando como ella, cantando como ella, enseñando como ella, bailando como ella, escribiendo como ella, llorando como ella. Y llega un día en que esos zapatos gigantes que tanto te probaste te valen, y puedes recorrer su huella. y con cada paso vas entendiendo todo lo que alguna vez criticaste. Y entiendes los límites, los retos, los enfados, las preocupaciones, los miedos. y agradeces que estuvo ahí, acompañándote de cerca, cuidando, vigilando. Y agradeces sus desvelos, sus sacrificios, su tiempo. llega un día en que te miras al espejo y la ves. Porque unos meses estuvimos dentro de ella pero ella siempre va a estar dentro de nosotros.
Qué te voy a decir a ti, si sabes cómo de puñetera es la vida. Si lo sabes bien. Sabes lo que es echarle cojones, y muchos. Por eso ahora no va a ser menos. Tú puedes, joder. Puedes con esto y más. Vamos, que no se diga. Demuestra quién eres. Échale cojones, más que nunca. Estamos esperándote, ¿sabes? No nos hemos ido. Ni nos vamos a ir. Te vamos a esperar hasta que salgas y continúes. Hasta que pises fuerte y te pongas frente a la vida a decirle quién eres. No te rindas, por favor. No lo hagas. # unrinconmaravilloso
Existen personas que, de repente, un día, deciden irse de nuestras vidas. Deciden alejarse, no ser los mismos. Así, sin motivos. Sin avisar. Y supongo que cuando eso pasa no podemos hacer nada, lo único dejar que se vayan. Creo que la vida es demasiado corta como para rogarle a alguien que se quede, como para perder el tiempo insistiendo una y otra vez en que alguien vuelva a ser la misma persona de antes. Cada uno tiene sus razones para irse, para marcharse, para dejar de es tar donde siempre estuvo. Y no somos nadie para cambiar eso. Por eso un día dejé ir a quien quiso irse. A quien puso el orgullo por medio y le dejó que ganase. Dejé de perder el tiempo con quien no quería estar, y me centré un poquito más en aquellos que se lo merecían. Con el paso de los palos, las experiencias, las decepciones, y todas esas cosas que aparecen sin avisar y nos cambian por completo, descubrí que quien quiere, siempre saca tiempo. Y a quien le importas, se le nota. Y al revés, más a
Mi idea es llenarte de mimos, alegría y ganas de comerte el mundo, aunque a veces ni a mi mismo me soporte, mostrarte cariño, aunque yo necesite, subirte el ánimo, aunque el mío esté por los suelos, darte esperanza, aunque a veces yo la pierda, y sobre todo darte mi amor, porque me sobra cuando se trata de ti. Mi idea es estar en tus planes como tú estás en los míos y es que  HOY quiero que sepas que no me voy a ir de tu lado. Voy a estar ahí cuando más me necesites, y cuando no, también. No te voy a dejar solo en ningún momento y vamos a pasar este camino juntos. Voy a apoyarte en cada segundo hasta que vuelvas a levantarte, hasta que tengas la fuerza suficiente para continuar. Y luego voy a seguir agarrada de tu mano hasta donde sea. Voy a intentar sacarte todas las sonrisas que pueda mientras tienes la cabeza en otra parte, y te dejaré llorar si es lo que necesitas, mientras te abrazo como nunca. Voy a quedarme contigo en silencio si es lo que quieres, pero voy a estar ahí. Siempre.
Irene Jotadé: Seré directa. Quiero saber si me has olvidado y ya no hay recuerdos que te arropen cuando la vida cae en picado. Necesito que me digas si ya no navego por tu mente, si has dejado de quererme en un abrir y cerrar de corazón y no tienes intención de volver a aparecer. ¿Estás seguro? ¿Ya no te remuevo el amor? Que de las cenizas que quedan hay fénix con mis labios deseando acamparen tus sueños… Por mucho que quieras convencerte de que has pasado página…y has quemado el libro. Valentina Romanetti: ¿Pero acaso te ha servido de algo? Mi novela favorita es una historia de amor, y créeme no sé en qué rincón de mi casa esta esa historia, pero recuerdo cómo me hizo sentir cuando la leía. Y lo mismo me pasa contigo. Por mucho que huyas de nosotros algo sigue formando un nosotros, porque ya no somos un par de desconocidos. Y me niego a mostrar indiferencia a mis sentimientos, porque al quemar el libro, avivas la llama. Cía: Esa llama que sigue existiendo, aunque no
Un día aprendí a ser más egoísta. Comprendí que debía pensar un poquito más en mí. Y ser buena, pero no tonta. Que a veces es muy fina la línea que las separa, pero hay que saber dónde encontrarla. Aprendí a buscar paz en mi vida y a aceptar solo a las personas que me hacen bien. A las que evitan los problemas y nunca, pero nunca, quieren hacerme daño. Aprendí a hacer las cosas con el corazón y con la mejor intención. Y esperar a que los demás actúen igual. Y ahí fue cuando m e llevé más de un palo. Pero entonces aprendí a levantarme, a cubrirme las espaldas y a saber darme cuenta de quién sí y quién no. Aprendí que yo no valía más que nadie, pero sí más de lo que algunos me habían hecho creer o sentir. Que debía quererme bien cada día. Un día aprendí que no podía perder el tiempo dándole vueltas a preguntas sin respuesta, o a cosas sin sentido. Y empecé a vivir la vida como se merecía.
Haz más cosas de esas que te hacen feliz, que hacen que te olvides del móvil por un momento y que te sientas más vivo que nunca. La vida vuela. No dejes que se te escape.
Dime si te atreves y recorremos el mundo de la mano, con un puñado de sonrisas en la mochila y ganas, de esas que no se acaban nunca. Dime si te atreves y nos abrazamos cuando caiga la tormenta, cuando crezcan los problemas o cuando el día esté más tonto de lo normal. Dime si te atreves y nos olvidamos del mundo mientras conocemos cada una de sus calles, inventamos historias, construimos sueños y nos lanzamos a cumplirlos uno a uno. Dime si te atreves y dejo que me conozcas desde mi principio hasta mi fin, sin dejarte ni un defecto, lunar o secreto por el camino. Dime si te atreves y nos comemos a besos en mitad de la multitud, mientras se nos escapa una sonrisa sin darnos cuenta y sentimos eso que llaman felicidad. Yo sí me atrevo, ¿y tú?