Skip to main content

Posts

Showing posts from June, 2020
No hubo adiós, ni palabras bonitas. Se fue dejando tras de sí solo el recuerdo de su aroma en el aire, el tacto húmedo de sus labios en mi mejilla por culpa una lágrima suicida que quiso quedarse atrás. Es lo único que olvidó en la huída. Eso y devolverme el corazón. Se lo llevó consigo, quizá no se dio ni cuenta. Sigo enamorado y difícilmente dejaré de estarlo solo porque se haya ido. Somos así de idiotas a veces. Nos enganchamos a alguien que ya ni siquiera está y nos cuesta avanzar. Siento un vacío enorme en el pecho, justo allí donde guardaba su amor. Me lo arrancó sin miramientos y ahora me pierdo en esta soledad a la que nos ha condenado. Al menos a mí. Quizá ella ya sea de otro. Sus besos, sus labios, su amor. Todo lo que ayer era un nuestro tal vez ya tenga otro dueño. No sé de qué me sorprendo. Ella es libre y valiente, quizá yo demasiado ingenuo. No supe ver las señales de este desamor y ahora duele demasiado. Y ella hizo lo que tuvo que hacer si no era feliz conmigo.
Supongo que las noches en una terraza, con vino, la luna llena, música de fondo y buena compañía, se quedan para siempre con nosotros. Porque son esa clase de momentos que no olvidamos jamás, porque nos ponen una sonrisa de oreja a oreja casi sin darnos cuenta. Porque quizás la comida no tenga importancia, ni siquiera el color del mantel o la marca del vino, quizás lo único que cuenta es ese preci so instante. Por un momento consigues olvidarte de todo, te centras solo en lo que tienes delante, disfrutas de eso que estás viviendo, de cada una de las personas que tienes a tu alrededor, y entonces ya no importa nada más. Y es que hay pequeños detalles que se quedan para siempre en nuestra memoria y consiguen que nos vayamos a dormir con una sonrisa, de esas que siguen ahí incluso cuando cierras los ojos. Y entonces te das cuenta que eres más afortunada de lo que te puedes llegar a imaginar y que esas personas que tienes a tu alrededor tienen mucha culpa de todo eso. #UNRINCO
Tú, que estás ahí fuera con miedo, con la distancia a tus espaldas y sin saber por dónde te va a salir. Tú, que has oído no sé cuántos “la distancia es imposible”, “la distancia hace el olvido”, “no lo intentes, no merece la pena”. Tú, que no sabes qué pensar y que estás con un nudo en el estómago. Por favor, arriésgate, lánzate, ve a por ello. Sigue siendo tú mismo, sigue poniendo pasión y ganas , sigue queriendo como hasta ahora, teniendo detalles y creyendo en el amor. La distancia es difícil, es complicada, es el quiero y no puedo, es tan cera y a la vez tan lejos, es el plantearte mil veces si merece o no la pena. Pero sí, merece la pena, porque cuando hay amor, pero amor de verdad, todo lo demás da igual. Porque yo hoy, después de tantos kilómetros, quiero coger una copa y brindar. Brindar por todos los que dijeron que no, brindar por los reencuentros, por los abrazos en el aeropuerto, por los besos en el aire, por los te echo de menos, por los que no tienen ni idea de tod
Hoy quiero hablar mucho más allá de una bandera de España, de unos colores. Hoy quiero decirte que sentirse español es mucho más que ser del norte o del sur, del este o del oeste, incluso del centro. Es mucho más que ser de derechas o de izquierdas, o de cualquier otro partido. Va mucho más allá de lo que te pongas o te dejes de poner. Quiero decirte que una bandera de España va más allá de la s elección y de que me guste sentarme delante de la tele a ver el fútbol. Va mucho más allá de un himno que se dedican a pitar cada vez que lo oyen, como si así se arreglara algo. Quiero decirte que llevar una bandera de España no es con la intención de provocar o estar de acuerdo con todas esas cosas que pasan en nuestro país que no le gustan a nadie. Quiero decirte que no, que una bandera de España, sus colores y España en general, no son sólo los desahucios, la corrupción, el paro, ni siquiera los masters que salen de la nada. No son sólo PP, PSOE, Podemos o Ciudadanos. Que va mucho m
“Creo que las cosas imposibles se pueden conseguir, que los besos con los ojos cerrados son maravillosos, que las heridas no siempre cierran y que todo el mundo se enamora alguna vez.  Creo que quien te quiere se queda, que tiene más cuenta buscar a alguien que limitarse a esperarle y que si no luchas por esa persona luego no puedes ir llorando por los rincones.  Creo que nos empeñamos en hacer las cosas más difíciles de lo que son. Creo que un mundo mejor es posible, y sobre todo creo en las personas que luchan para conseguirlo.  Creo que después de llorar siempre hay quién te saca una sonrisa. Creo que hay que disfrutar del ahora. Creo en el destino, y creo que nosotros mismos lo elegimos".
"Una mujer como yo no tiene miedo de que la cambien por otra, tiene miedo de la mentira, del engaño y la hipocresía. No le da miedo quedarse sola, solo lucha por ser feliz y luchar día a día para conseguir sus sueños, que aunque parezcan de fantasía son sus grandes anhelos. No cariño. No te equivoques, una mujer como yo jamás te pedirá que te quedes si lo que quieres es irte, te acompañará a la salida y te deseará lo mejor si ya no quieres estar en su vida. Una mujer como yo ríe, disfruta, llora cuando tiene que hacerlo, ama tan intensamente que si tú eres el que está en su corazón... Te doy un consejo; no lo desaproveches."
Que no se te olvide ser tú, sin importar lo que digan o lo que puedan llegar a pensar. Que no se te olvide agarrar tus miedos con fuerza y plantarles cara siempre que se te pongan por delante. Que no se te olvide pintarte los labios de rojos cuando el día esté un poco gris o cuando no tengas muchas ganas de nada, porque en serio, funciona. Y mímate, cuídate y respétate, todos los días de tu vida.  Que no se te olvide disfrutar de cada momento y vivirlo al máximo, porque puede que no vuelva, o sí, pero nada será igual. Y decir “Te quiero” cuando lo sientas, besar cuando te apetezca y abrazar cuando más lo necesites. Que no se te olvide gritar a los cuatro vientos que puedes con todo, que te has caído mil veces pero que las cicatrices acaban curándose. Y mirarte al espejo y decirte “Qué guapa, joder”, y me dan igual tus defectos, me importan más bien nada. Que no se te olvide soñar. Que no se te olvide celebrar cada una de las buenas noticias que te dan y afrontar cada una de las ma
Hacía mucho tiempo que no me atrevía a decirte las verdades a la cara y por eso quiero preguntarte ¿sigues sin atreverte? ¿Sin lanzarte aun sabiendo que puede doler? Mira, no soy quizás la más valiente del mundo querido cobarde pero si algo he aprendido en este tiempo es que vida solo hay una, que luego nos arrepentimos de no luchar. Que cuando seas mayor, justo antes de desaparecer, se pasan todos nuestros recuerdos cuales estrellas fugaces y también todo lo que nunca llegamos a hacer. Ese beso que no dimos por vergüenza, ese abrazo que nunca llegó, el perdón que nunca salió de nuestra boca por miedo a que nos vieran débiles o el viaje ese que nos prometimos hacer y de que no hay rastro. Solo valoramos cuando perdemos pero creo que ya es hora de empezar a hacerlo cuando lo tengamos con nosotros. Si te soy sincera yo me he dejado muchas cosas en el tintero que ahora no dudaría por hacer ni un segundo. ¿Y sabes por qué? Porque el tiempo vuela y pienso en lo rápido que pasan
Por qué tienes que hacer tanto daño si yo te quise como nunca antes había querido a nadie. Y tú a mí. Tú también me querías más que a nada. O eso decías, que yo era lo más importante. Y sellabas tus palabras con besos de futuro bajo unas sábanas que fueron testigo de noches enteras en las que el amor estaba por encima de todo. Y ahora, dueles. Ahora que no somos pareja, que se nos acabó todo ese amor… ahora solo sabes abrir heridas, no dejar que sanen, no dejar que avancemos cada uno por su lado. Vuelves una y otra vez a buscarme cuando no quieres nada. ¡Aclárate! Y déjame en paz de una vez. Vive tu vida y sé feliz. No sé cómo puedes hacerle tanto daño a alguien que te quiso tanto como lo hice yo. Olvidas lo bueno, eliges lo malo. Te quedas con las tonterías antes que con el amor que te demostré cada día.  Yo a ti aún te quiero. Siempre lo haré. No se deja de querer nunca a quien ha habitado tu corazón. Por eso no quiero verte mal, ni quiero verte sufrir. Ojalá te enamores pro
Que no se te olvide ser tú, sin importar lo que digan o lo que puedan llegar a pensar. Que no se te olvide agarrar tus miedos con fuerza y plantarles cara siempre que se te pongan por delante. Que no se te olvide pintarte los labios de rojos cuando el día esté un poco gris o cuando no tengas muchas ganas de nada, porque en serio, funciona. Y mímate, cuídate y respétate, todos los días de tu vida.  Que no se te olvide disfrutar de cada momento y vivirlo al máximo, porque puede que no vuelva, o sí, pero nada será igual. Y decir “Te quiero” cuando lo sientas, besar cuando te apetezca y abrazar cuando más lo necesites. Que no se te olvide gritar a los cuatro vientos que puedes con todo, que te has caído mil veces pero que las cicatrices acaban curándose. Y mirarte al espejo y decirte “Qué guapa, joder”, y me dan igual tus defectos, me importan más bien nada. Que no se te olvide soñar. Que no se te olvide celebrar cada una de las buenas noticias que te dan y afrontar cada una de las
La emoción no se mide en besos o palabras, se mide en latidos. Y mi corazón late desenfrenado desde que la conocí. Son dos los latidos que me gritan: “es ella”, por cada tres que me dicen: “esta vez, sí”.  Y así, de cinco en cinco cuando otros sólo laten una vez, me ilusiona como hacía mucho tiempo que nadie lo conseguía. Será que sus labios son mi perdición, que su mirada llena de felicidad me atrapa en el principio de esta historia que, espero, no tenga final.  No lo sé. No me gusta pensar demasiado en el futuro. El pasado me ha demostrado que cuanto mayor es la ilusión, mayor es el dolor. Y, sin embargo, aquí me tienes, entregando el corazón una vez más a la batalla sin miedo a la caída.  No se merece menos.  Si antes llegué a hacer lo mismo con amores que nunca se merecieron este regalo, ella, que ha sido capaz de despertar mi amor de un sueño olvidado, se merece que mis miedos, mis dudas, mis heridas, se queden a un lado, por una vez.  No seré yo quien frene todos estos