Hoy quiero recordarte que el amor no te pega, ni te grita, ni te pone límites. Que el amor no te pide perdón después de darte una paliza, ni te dice que te tapes cuando llevas un escote espectacular. El amor no hace que te tengas que maquillar más de la cuenta cada día para esconder los golpes, los arañazos y los moratones. El amor no te hace sufrir, ni llorar, ni temblar de miedo. Tampoco te presiona, te agarra con fuerza haciéndote daño, ni te hace la vida más difícil. Que el amor no te manda un mensaje amenazador, ni te dice a la hora que tienes que llegar a casa ese día que has salido con tus amigas. Tampoco hace que te encierres en el baño para llorar, o que te acuestes antes de tiempo simplemente para no discutir. El amor no te llama a voces, ni te dice cosas bonitas delante de la gente mientras te insulta en casa. Que no, que el amor no te trata mal, ni te miente, ni te hace inferior. Tampoco te revisa el móvil, los mensajes y las llamadas. Ni te dice a quién tener o no en red