El destino no es cuestión de casualidad, sino cuestión de elección. No es algo a lo que se deba esperar, sino algo a conseguir‼️
📸@luciamendez75
El amor merece la pena, no la da. Por eso, cuando el amor existe de verdad, es capaz de hacer olvidar todo lo malo que nos ha traído la vida.
Lou y Will quizás tenían muchas cosas en su contra para estar juntos, sobre todo la sociedad.
Piénsalo…¿quién iba a estar de primeras con un tipo cómo él? ¿Quién se iría a enamorar de él?
Pues ella lo hizo, con la cabeza bien arriba y mirándole a los ojos, de frente, como se tienen que hacer las cosas cuando se trata de amor.
Le quiso tanto que dejó que se marchara porque así él lo había decidido.
Y eso me pareció lo más bonito de todo: que nunca fue egoísta, que realmente no intentó cambiarle, que le aceptó tal y como era.
Eso es de valientes, y Lou fue una gran valiente aun sabiendo que su historia de amor tenía fin desde el principio.
Will también fue valiente por dejarse abrir de par en par, por dejarse querer aunque fuera solo por un momento.
No tuvieron toda la vida, se tuvieron muy poco pero eso le bastó para disfrutarse y dejar huella cada uno en la mente del otro.
De eso trata el amor, de apostarlo todo aunque vaya a salir mal pero al menos no quedarse con las ganas de no haber probado esos besos.
Al final, tenemos que hacer l que nos haga felices con quien nos haga feliz.
Y aunque no lo creas ellos salieron ganando…pese a que ya nunca más puedan tenerse.
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