El
destino es irónico siempre nos da lo que mas queremos en el momento
que, MENOS LO ESPERAMOS...
A veces
me pongo a pensar y me pierdo, si el destino nos lo crea cada paso
que damos. Y dejate de tonterías que no está
escrito,
lo creas tu misma en el momento y la hora que creas las decisiones,
eres tu misma quien lo escribe, para bien u otras tantas aun
sabiéndolo, para mal, o mejor dicho para crear esa sensación. Esa
puta sensación cuando estoy contigo, cuando pasamos esas tardes
increíbles tú y yo en un pequeño rincón escondidos del mundo.
Cuando me obligas a sentarme encima de ti y me agarras de la cintura
por miedo a que me escape, cuando me haces enfadar hablándome de
otras y diciéndome que no te importo, cuando me desenfadas a base de
besos y yo finjo seguir enfadada mientras te ríes de mis caras de
niña pequeña, cuando te hago la cobra y me suplicas por un beso,
cuando me besas en la frente y en la nariz y en el cuello y en el
hombro y te separas justo
antes de besarme en la boca como queriendo hacer eterno ese momento,
o como queriendo aumentar mis ganas. Cuando me quedo embobada mirando
las olas hasta desconectar de lo que me estás contando y me muerdes
el hombro para acto seguido decirme "¿ME ESTAS ESCUCHANDO?". Cuando estoy apoyada en tu hombro y me sueltas una de
tus tontadas para sentir mi risa en tu cuello...
Y FIN.
¿Y sabéis
quien tiene la culpa?
Los cuentos con finales felices.
Si, si. LOS
FINALES FELICES NO EXISTEN.
Comments
Post a Comment