Lo que no sabia...
Antes
de tener hijos estaba convencida que durante el embarazo iba a
engordar nueve kilos, según el famoso kilo por mes pero terminé con
20 kilos arriba sin poder creer el número que anunciaba la balanza,
después de 11 años sigo quitándome kilos!!
Creía
que ser mamá no podía ser tan difícil según lo que me contaban
las otras mamás, pero el día que llegamos a casa sentí el miedo
más irracional que jamás había sentido y entendí que muchas de
esas otras mamás no me estaban diciendo la verdad.
También
creía que iba a vivir malhumorada por dormir mal, hasta que un
domingo me hiciste reír a las 5, de la mañana y supe que era capaz
de sonreír al alba y aunque casi no hubiera dormido.
Prometí
que mis hijos no iban a ver tele hasta los 2 años hasta que me di
cuenta que, si la encendía, podía bañarme, peinarme y vestirme,
todo de una, y ni lo dudé.
También
pensaba que eso de dar azúcar en el chupete era de locos, hasta que
un día mi tía le dio y oye.... se callo!!! (También le daba pan y
comida ,comida, no potitios, pero me fue muy útil, yo pensaba con
tres que ha criado ¿Como le digo yo que eso el pediatra aun no me
deja?)
Pensaba
que a los tres meses ya lo iba a pasar a su cuarto. Tiene 5 años,
todavía seguía durmiendo al lado mío.
Antes
de tener hijos jamás se me iba a caer un hijo de la cama, y un día
sucedió, en una milésima de segundo que me di vuelta, y volví a
sentir ese miedo irracional del día que entramos en casa y empezaba,
formalmente, mi nueva vida.
Estaba
segura de que no iba a escucharlo cuando se despertara de noche
porque duermo como un tronco cuando se lo dije al pediatra, me miró,
sonrió con un dejo de pena y me acarició la cabeza. Él sabía que
sí iba a escucharlo. Y tenía razón, algo se activa adentro de una
que hace que el sueño mute y que seas capaz de descansar, aún con
un ojo abierto, una oreja parada o un brazo a 90 grados. Los
pediatras lo saben todo.
Antes
de tener hijos pensaba que no iba a hacer falta levantar la voz,
hasta que un día me encontré pegando un grito en plena calle; Toda
digna, con tacones incluidos!! antes de tener hijos veía problemas
donde no los había pero después me di cuenta de que esos, en
realidad, no eran problemas.
Antes
de tener hijos pensaba que, cuando los tuviera, mi vida iba a cambiar
para siempre, y esto fue en lo único que no me equivoqué. Hubo un
segundo en que mi vida cambió para siempre, ese segundo en que
empecé a querer a otras dos personas, muchísimo más que a mi
propia vida.
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