Ojalá un día entendamos que TODOS, absolutamente todos, merecemos la pena. Que todos somos increíbles así, y da igual cómo tengamos el pelo, los ojos o cómo nos relacionemos con los demás. Da igual las capacidades que tenga cada uno y las que no. Ojalá un día comprendamos que no podemos cerrarle las puertas a nadie, que todos podemos enfrentarnos a lo que sea e, incluso, superarlo. Porque, al fin y al cabo, todos somos personas. Con nuestros más y nuestros menos. Ojalá aprendamos a hacer felices a los que nos rodean y dejemos de juzgar sin saber, sin conocer. Y entendamos que cada uno tiene algo que aportar. Ojalá no dejemos nunca de soñar sin importar lo que puedan decir los demás. Y no perdamos la ilusión jamás. Porque eso es lo que realmente mueve el mundo.
Uno no elige de quién se enamora, es algo así como o un tablero en el que sacas y la casilla donde caigas te acabará marcando para siempre. Destino, azar, suerte, cada uno lo llama como quiere y yo simplemente lo llamo amor. Porque hasta de quien menos te lo esperas puedes llegar a sentir cosas, hasta de quien no creías que era para ti pueden salir grandes historias para el recuerdo… No te engañes, o fuerces al amor porque llega cuando menos te lo esperas y se va cuando más dabas por ese alguien. Impredecible, incoherente….y uno no lo elige. Somos sus marionetas, estamos a su servicio, y joder, ojalá poder estar siempre bajo su mando porque te prometo, que cuando te enamoras de verdad la vida cambia a mejor….y no te deja indiferente. Yo no elegí enamorarme de ti, lo prometo. De haberlo sabido habría ido preparada con chaleco salvavidas para no ahogarme antes de tiempo y con escudo de hierro para que no me rompieras en mil pedazos. Pero la vida es así y me enamoré sin que
Comments
Post a Comment