Este año me quedo con cada paso nuevo que he quedado, con todas las veces que decidí no quedarme quieta y lanzarme a por cada sueño. Y con cada uno de los que cumplí. Me quedo con las personas que me hicieron feliz, con las que conocí nuevas y con las que siguieron ahí, con todas las que supieron sacarme una sonrisa y enseñarme a ser mejor, las que trajeron paz a mi vida. Me quedo con cada piedra en el camino que me hizo aprender y enseñarme a ser más fuerte. Con las ganas y la ilusión, con eso que tengo dentro que siempre me dice que no me rinda. Y con cada detalle que me hizo un poco más feliz. Me quedo con cada rincón que me hizo soñar. Con los abrazos que son fuertes y recargan pilas. Los besos inesperados y con amor. Y con cada Te quiero. Me quedo con todo lo aprendido, con esa manera de quererme un poquito más y con todas esas veces que me puse a mí antes que a los demás. Me quedo con las batallas ganadas y con las que me enseñaron cualquier cosa. Con quien me dio la mano en mitad de la oscuridad. Me quedo con mi valentía y mis ganas de comerme el mundo. Con la felicidad y la alegría. Con lo que merece la pena.
Me quedo, al fin y al cabo, con cada cosa que he vivido este año. Pero vivido de verdad. Con lo que me ha hecho reír y llorar, me ha enseñado a ser más fuerte y a quererme más. Y a ser mejor cada día. Me quedo con todo lo que me hace seguir siendo yo, pasen los años que pasen.
Me quedo, al fin y al cabo, con cada cosa que he vivido este año. Pero vivido de verdad. Con lo que me ha hecho reír y llorar, me ha enseñado a ser más fuerte y a quererme más. Y a ser mejor cada día. Me quedo con todo lo que me hace seguir siendo yo, pasen los años que pasen.
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