Querido 2020:
Lo cierto es que podría decirte la lista de propósitos que tengo ahora mismo en mente, pero los dos sabemos que a la larga las cosas se torcerán y la mitad no se cumplirán. Porque está claro que las mejores cosas surgen sin pensarlas.
Lo único que quiero decirte es que te portes bien, te prometo que voy a hacer todo lo posible para que merezca la pena, pero también tienes que poner de tu parte.
Vas a ser mi año, lo sé, lo sabes, no cabe duda. Esta vez SÍ.
Y lo sé porque voy a ser más YO que nunca. Voy a quererme como me merezco. A tener actitud, a ser positiva. Voy a pensar menos, que de eso ya vamos servidos. A no perder el tiempo en tonterías, a dejar ir lo que quiere irse y a VALORAR lo que de verdad importa. Voy a salir ahí fuera a demostrar lo que valgo por si alguien aún no se ha enterado. A soñar bien grande y a cumplir cada sueño, porque para eso estamos aquí. Voy a aprovechar el tiempo con quien de verdad lo MERECE y no me voy a quedar con las ganas de nada. Que la vida es muy corta, ya lo sabemos. Voy a tener detalles, de esos que se quedan marcados. A pisar bien fuerte y a dejar huella. Voy a hacer que esto, lo que estamos viviendo, merezca la ALEGRÍA, no la pena. Porque no volveremos a vivirte, no volveremos a verte en el calendario, y eso me parece buena excusa para exprimirte al máximo.
Por eso, 2020... Comenzamos contigo.
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