A veces, simplemente, no estamos. Pasamos por esos días en los que necesitamos desconectar del mundo por un rato. Necesitamos llorar, el tiempo que haga falta, y soltar lo que tenemos dentro. Necesitamos estar en silencio y recibir uno de esos abrazos que no hablan, pero sí dicen mucho. Esos en los que apetece quedarse un ratito largo hasta que notemos algo de calma. A veces tenemos días en los que todo está del revés, o al menos así lo vemos. En los que los problemas se acumulan, y mira que a veces ni son importantes... Pero están. A veces no podemos con todo. Y sentimos que cada paso que damos está mal. Y necesitamos, simplemente, cerrar los ojos y esperar a que llegue un nuevo día.
Hoy podemos estar en uno de esos días, y quizá mañana también. Y no pasa nada.
Comments
Post a Comment