Skip to main content

 El día que te fuiste ...

Comenzó el invierno,

los días pasaron a tener 48 horas, pues todo me pasaba más lento. Las noches se convirtieron en una estancia en Sodoma, porque no había peor tortura que el caer en cuenta que ahora eres de piedra, de hacerlo estaría en juego mi dignidad por mis incontrolables ganas de correr a estar contigo, de olvidar todo el daño, proponer arrancar las malas páginas, y comenzar un nuevo libro. Nunca fui fuerte cuando se trataba de volver, era más fácil nadar contra corriente que resistirme a ir hacia a ti, porque yo y mi tonta idea de que había nacido para estar a tu lado la sensación tan creíble, tan establecido, que hacerme ideas de caminar de la mano de alguien más me parecía hasta ofensa. Esto es como estar en funeral y escuchar una y otra vez que debes encontrar resignación, el problema es que cada vez pongo más resistencia y me ato tu recuerdo al pecho como si la vida no estaba ya arrancándomelo por la fuerza. El día que te fuiste ... el café me sabía a agua, los dulces a sal, y la cerveza a té frío, quise ahogarme en seis tragos, pero solo te veía a ti nadando en el vaso, ¡Qué putada comprobar que el alcohol y las penas son amigas hipócritas! Olvidas por un instante, pero cuando menos te das cuenta, estás ebrio, con su número en la pantalla y tu dedo desafiando tu autocontrol pues tiene más ganas que tú de volverlo a sentir en su espalda. Al final te quedas en las mismas, solo que ahora intoxicado hasta la sangre, y el cerebro ¡Ni se diga! El día que te fuiste ... me sentí fuera de mi, como si una parte estuviese despidiéndose porque solamente existía si era contigo, mi cama triplicó su tamaño, doy vueltas y vueltas y nada más ya no te encuentro. Jodida noche, esa en la que acepté dormir contigo, no había compromiso, y terminaste quedándote más de lo previsto ¡Nadie sabe que tan grande es su cama hasta que vuelve a dormir solo! Nadie sabe que está tan roto hasta que le ruega al olvido para que haga acto de presencia. Quiero pensar que solo somos dos idiotas jugando a cambiar hojas, porque creer que para ti ha sido más fácil ... me quiebra más que el día que te fuiste.

Gilraen Eärfalas

Comments

Popular posts from this blog

Uno no elige de quién se enamora, es algo así como o un tablero en el que sacas y la casilla donde caigas te acabará marcando para siempre. Destino, azar, suerte, cada uno lo llama como quiere y yo simplemente lo llamo amor. Porque hasta de quien menos te lo esperas puedes llegar a sentir cosas, hasta de quien no creías que era para ti pueden salir grandes historias para el recuerdo… No te engañes, o fuerces al amor porque llega cuando menos te lo esperas y se va cuando más dabas por ese alguien. Impredecible, incoherente….y uno no lo elige. Somos sus marionetas, estamos a su servicio, y joder, ojalá poder estar siempre bajo su mando porque te prometo, que cuando te enamoras de verdad la vida cambia a mejor….y no te deja indiferente. Yo no elegí enamorarme de ti, lo prometo. De haberlo sabido habría ido preparada con chaleco salvavidas para no ahogarme antes de tiempo y con escudo de hierro para que no me rompieras en mil pedazos. Pero la vida es así y me enamoré sin que

Dicen que recordar es volver a vivir, pero no siempre se cumple

“La vida me enseñó que los mejores planes surgen sin planearlos, las mejores personas llegan sin buscarlas y el mejor abrazo siempre es el inesperado. Me hizo ver que puede haber mil miradas, pero llega una y, a la primera te cambia la vida.  Comprendes que la vida sólo hay que vivirla, que lo que tenga que venir encontrará el camino para llegar. La importancia de darle valor a lo importante y olvidarme de lo que no vale la pena. Vivir, simplemente vivir, la vida ya me hizo ver que los planes los hace ella”. Texto: Sergio Rubio. #yoymismildefectos #depaseoporlos30

sOy Un DeSAsTre, y eso es lo mejor que tengo para ofrecer..,

  sOy Un DeSAsTre, y eso es lo mejor que tengo para ofrecer.., Mario Benedetti dijo una vez que tenia la teoría, de que cuando una persona lloraba, no lo hacia por lo que lloraba, si no por todo lo que llevaba acumulado, y no lloro en su momento. Yo quiero creer que es cierto, porque el auto-engaño a veces es la mejor medicina, o mejor dicho, es un ARTE, que pocos tienen. En el fondo el autoengaño, nos impide ser felices,  Cuando una relación no funciona a veces nos autoengañamos porque queremos seguir teniendo amor, aunque en el fondo seamos conscientes de que nos está haciendo daño. Ser realistas nos permite tomar las decisiones que más nos convienen...