Aunque ahora pretendas que no tuviste pasado y que yo quedé como página olvidada en un estante, aunque digas que mis brazos, mi risa y las noches conmigo no fueron más que un pasaje insignificante,
vas acordarte de mí. El día que sientas frío y él no quiera guardarte en sus brazos, cuando tengas que escribir lo que sientes porque no hay quien te escuche, cuando quieras que lo lea y no tenga tiempo. Cuando crujan las hojas de otoño y quieras ir a los parques a caminar por ellas y no quiera salir porque ya nadie valora caminar por las tardes, porque nadie verá noviembre como tú lo ves. Cuando te dejen sola en la mesa con las palabras en la boca, pensarás en mí, en ese día que te levantaste y dijiste que estabas cansada de escucharme y que ya era tarde. Pensarás en mí, cuando en los bares suene esa canción y le digas que escuche la letra y él seguirá tomando la cerveza y nunca oirá lo que quisiste decir, así como me hacías a mi; porque una canción no es importante, una poesía no es importante, una carta no es importante ¿Te acuerdas? Y sé que pensarás en mí cuando no puedas dormir, cuando la oscuridad te caiga como peso, y él te diga “hablamos cuando amanezca”. Vas a acordarte de mí porque estoy segura que un día vas a amar como yo te amé, y te darás cuenta que nadie merece que ignoren sus cartas, que le nieguen un abrazo, que no escuchen sus canciones, que caminen solos, que los dejen a mitad de la noche con los miedos ... Vas a acordarte de mí, y tal vez allí querrás llamarme, y tal vez ... ese día yo me olvide de ti.
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