Como si mi subconsciente siguiera enamorado del brillo de tus ojos que ya no han vuelto a resplandecer por mí,
como si aunque le dijese que lo dejase, siguiese buscando tu rostro entre tanta gente.Como si cada vez que sonase nuestra canción, las mariposas muertas de mi estómago volviesen a bailar al son de ella, como si no te echasen más de menos cuando deja de sonar, como si no hubiera un pero por esperarte y la lucha entre corazón y mente no existiera. Pero sí, existe. Y que el hecho de que no hayas vuelto a aparecer por mi cama lo demuestre, solo le quita la venda de los ojos a mi cabezonería y le susurra bajito al oído un “Ya te lo dije”. Porque me lo dijo, me dijo que no volverías, pero sí a doler. Me dijo que mi corazón volvería a arder pero que después se inundaría con cada lágrima que tú harías aparecer. Me dijo que el pecho me temblaría por culpa de tu partida y que no habría ni Dios que pudiese volverlo a coser. Me dijo, me dijo que sería la penúltima vez. Como si yo quisiera que aparecieras cada noche en mis sueños y que al despertar, te largases como si nunca hubieras pasado la noche conmigo, como si después del polvo te hubieras puesto los pantalones y te hubieras ido, como si tu piel ya no abrazase y solo supiese cortar. Me dijo, tantas cosas me dijo, que ahora solo pienso en cómo sonó mi corazón cuando cayó al suelo y el calor que desprendió el incendio de mi pecho
Comments
Post a Comment